Había una vez un paisaje de hielo muy cercano a la ciudad de Valencia, en el término municipal de Sacañet.
Tanto era el frío que en aquella zona hacía que en las lomas achatadas del cerro de la Bellida, entre los 1000 y 1200 metros de altura, se construyeron entre los siglos XVII y XVIII casi cincuenta pozos de nieve, también llamados cavas, neveros o en este caso concreto ventisqueros, ya que ninguno tenía techumbre.
El más atractivo de todos ellos, aunque hecho una ruina, es el llamado ventisquero de los Frailes, construido en 1769 por los monjes de la cartuja de Portaceli.
Para disponer de hielo en aquella época había que recoger nieve en invierno, almacenarla en estos depósitos para convertirla en hielo y bajarlo en carros en verano y por la noche para su consumo en la ciudad y pueblos cercanos.
Toda una helada industria que fue desapareciendo a partir de 1870, cuando el ingeniero francés Charles Louis Abel Tellier inventó la máquina productora de hielo artificial. Ahora solo quedan unas conmovedoras reliquias capaces de crear un paisaje singular que es menester visitar y conocer para valorar esta etapa de nuestra historia no tan lejana en el tiempo ni en la distancia.
Nuestra fría ruta comienza en las inmediaciones de la aldea de
Canales (Sacañet) y finaliza en la aldea de La Pobleta (Andilla). Su distancia, unos 15 kms y su desnivel, menos de 400 metros, la hacen idónea para todos aquellos que se ajustan a una dificulta media o media/baja. Y también para aquellos que sienten la curiosidad de conocer algo más que un camino, en este caso un camino con historia y tal vez tapizado con un manto de nieve dadas las fechas para esta excursión
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