Mirando al mar – Cartagena

Mirando al mar – Cartagena
Mirando al mar – Cartagena
Mirando al mar – Cartagena
Mirando al mar – Cartagena
Mirando al mar – Cartagena
06
Dic
2025
-
08
Dic
       07:00

Dificultad
 Media
Km
 Aprox. 28
Desnivel
  1.300 m. aprox. en tres actividades
 
Participan
Solo socios
Plazas
 36
Precio
 252 € (Socios Fed.) , 260€ (Socios no Fed.)

Recomendaciones

Os recordamos que en nuestras actividades de montaña es vuestra reponsabilidad:
  • Llevar ropa y calzado adecuados: calzado de montaña, impermeable, gorra, protección solar.
  • Llevar comida y agua suficiente: mínimo 1,5 litros y según el calor hasta 3 litros.
  • Leer la reseña y valorar la dificultad de la actividad y si es acorde a vuestra experiencia y preparación física. En caso de duda, contactad con el club o con coordinadores.
Quienes coordinan la actividad podrán denegaros la participación si no cumplís estas recomendaciones

Descripción de la actividad:

Pepe y un servidor os proponemos tres días caminando junto al mar.

Decía Julio Verne que el mar es la encarnación de una existencia supernatural y maravillosa, y eso es lo que os vamos a demostrar a todos los que quieran seguir nuestros pasos mirando al mar para descubrir calas escondidas, bahías serenas y acantilados de vértigo frenando las olas con ese azul de cristal que el Mediterráneo nos ofrece en los rincones donde no lo hemos contaminado demasiado.

El sábado nuestro bus nos llevará al comienzo de nuestra primera ruta, de unos 10 km de longitud y 366 m. de desnivel, ubicada en las inmediaciones de Portmán: antiguo enclave romano. Nuestros pasos comenzarán en suave ascenso hasta adentrarnos por los restos de una calzada romana que sigue durante casi dos kilómetros a la vera del barranco del Moro. Caminar como patricios por esta vía empedrada será el aperitivo de esta fabulosa excursión que no dejará de sorprendernos en casi todo el trayecto. Una ancha pista nos alzará luego a la cima del monte de las Cenizas, donde encontraremos una fortificación militar abandonada de soporte de artillería costera con dos enormes cañones cuyo peso supera las 88 toneladas.

Nuestro recorrido proseguirá en mantenido descenso por un bonito sendero bajo la espesa fronda de un bosque sembrado de pinos, cambiando el azul del mar por el verde más puro. Antes de terminar nuestro periplo encontraremos otra batería militar, la denominada de La Chapa, menos espectacular que la anterior pero que también llamará la atención. Bajo ella veremos Punta Negra: una singular lengua de mar encrestada, asentada sobre un paraje de fábula entre cantiles y vigilada por el faro que alumbra la bahía de Portmán y la sierra de la Fausilla con su cola de caballo y el Cabezo de la Cruz.

La excursión del domingo será de unos 12 km. pero con un desnivel de algo más de 600 metros repartido en dos ascensos. Aunque no son muchos kilómetros la ruta es bastante exigente por el tipo de senda que, aunque parezca mentira, en algunos trechos es mejor subir que bajar, pues es conveniente no quitar la vista del firme que hay que pisar. Comienza en la playa de la Azohía para encaramarse hasta la torre de Santa Elena, que antaño vigilara (junto a las torres de Santa Isabel, de los Caballos, del Molinete y de la torre de Cope, mandadas construir por Carlos I y Felipe II) y evitara el asolamiento del Reino por los ataques berberiscos procedentes del norte de África. Nuestra ruta se convierte en senda y comienza a trepar dejando el azul de la ensenada de Mazarrón a estribor. Una vez cogemos cierta altura comenzaremos a descender por una bonita senda trabajada en largas lazadas hasta acercarnos luego hasta la cala Cerrada: una de la casi media docena que iremos contemplando desde nuestra altura, pero a esta nos acercaremos hasta tocar el agua. Buen lugar para almorzar.

Con fuerzas renovadas iniciaremos la segunda ascensión que habrá que tomarse con calma, pues nos alzará hasta casi el cerro de los Siete Cucones. Dos grupos haremos antes de tocar la cima, pues no será obligado subir, pero tampoco les quitaremos las ganas a aquellos que así lo deseen. Este punto es el más alto de la ruta, ahora toca coser, cantar y observar el paraje que comenzará a devolvernos la vista hacia el azul del mar. Cerraremos este singular circuito por la rambla de la Azohía.

Como el bus estará esperándonos sin prisa, nos deleitaremos con alguna bebida espumosa en algún chiringo de este paraje marinero. La temprana llegada al hotel podrá facilitar, a quien lo desee (un bus urbano para frente a nuestro hotel) una visita al centro de Cartago Nova, como Aníbal Barca le llamaba a este enclave, del cual partiría para asolar Sagunto y luego poner a parir a los tribunos de la mismísima Roma.

Como ruta final, para el último día os llevaremos a la Capilla Sixtina ya que metafóricamente estamos cerca del Vaticano. El bus nos trasladará a la cala Reona, muy cerca del extremo sur del Mar Menor, el cual tendremos a la vista desde buena parte del recorrido.

Esta ruta solo tiene una distancia de apenas 7 km, pero que parecen 15 debido a lo agreste de la ascensión, solo 310 metros, pero que hasta los de Bilbao se tienen que atiborrar de chistorra para acometer la subida. Nosotros, sin chistorra, no nos queda otra que pasito a pasito llegar a la cima del cerro Atalayón. Lo mismo que la excursión anterior es preciso mirar donde ponemos los pies, pues la senda está asentada sobre lajas de pizarra descompuesta y más afiladas que los puñales que atravesaron el cuerpo de Julio César (sirva la expresión ya que estamos en Roma). Una vez arriba disfrutaremos de las vistas marinas desde el cabo de Palos hasta el cabo Negrete y de una porción infinita del Mare Nostrum, con ese azul eterno que el cielo refleja desde que los continentes se asentaron definitivamente.

Proseguimos en descenso por el paraje de los Tajos Quebrados con la precaución debida, y sin hacer el indio, hasta tocar la playa de Calblanque en la cala de Arturo. Siguiendo las marcas del GR 92 comenzaremos el segundo y último repecho, este más cómodo y con las vistas de los paredones que acantilan el mar. Los bonitos parajes que vamos contemplando nos hacen pensar por qué no hemos venido hace años a ver este espectáculo marino, pues casi siempre nos vamos tierra adentro mes a mes y casi todo el año.

Llegamos a lo que denominan la Capilla Sixtina (donde no esperéis admirar los frescos de Miguel Ángel) pues se trata de un enorme boquete hundido en el cantil que conecta con el mar a través de una cueva grandiosa. Acabaremos la excursión a la hora de comer. Esa playa puede ser un buen sitio para hacerlo, o tal vez acercarnos a la urbanización y ver si alguien nos convida. Al fin y al cabo, somos la legión al mando de Escipión el Africano, más conocido en España como Pepe Grancha.

En fin, si quieres ver y disfrutar de los parajes descritos arriba, con mucho amor, solo tienes que apuntarte.

Nos alojaremos en el hotel Manolo de Cartagena de tres dignas estrellas, en habitaciones dobles y a media pensión con cena y desayuno incluido las dos noches, existe posibilidad de encargar bocadillos en el bar para las comidas.

Traer bastones y buen calzado para las rutas.

 

 

Coordinan

Esteban Cuéllar (649216284);Pepe Grancha (676860342);
 

Colaboran

 

Lugar de salida:

Calle Santa Cruz de Tenerife- Pl. Maguncia
Ver mapa
 
 

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